domingo, 27 de marzo de 2011

Buen Viaje, Señor presidente

Buen viaje, señor presidente

Resumen

En un parque solitario se encontraba sentado un ex presidente de 73 años, que solo pensaba en la muerte porque sus dolencias no parecían tener fin.

Había regresado a Ginebra después de dos  guerras mundiales, en busca de una respuesta terminante para curar un dolor que los médicos de Martinica, no lograron  curar, el jueves el médico menos notorio lo citó a las nueve de la mañana en el pabellón de neurología.

Este médico a través, de una radiografía  detectó la unión de dos vértebras y le dijo  -Su dolor está aquí, el médico continúo diciendo-. -Señor presidente usted necesita una operación, cuanto mejor.

El presidente salió del consultorio médico muy preocupado y se dirigió a una cafetería allí leyó las noticias de las América y se tomo una taza de café a pasar de tenerlo prohibido y quiso ver su destino colocando bocabajo la taza, donde vio que su vida era una incertidumbre, mientras leía  sintió que alguien lo miraba.
Entonces paso la página y miro por encima de sus lentes, y vio al hombre que  apartó su mirada. Lo reconoció de inmediato, lo había visto varias veces en el vestíbulo del hospital y en una motoneta cuando él se encontraba en el parque.

Salió del lugar y sintió los pasos detrás de los suyos, se detuvo y aquel hombre que le seguía tuvo que pararse en seco para no tropezarse con él,  dijo "señor presidente", éste muy sorprendido le respondió.
-Dígale a los que le pagan que no se hagan ilusiones. Mi salud es perfecta.
-Nadie lo sabe mejor que yo- se sintió abrumado por la carga de dignidad que le cayó encima-.  Trabajo en el hospital, soy chofer de ambulancias.
-¿De qué país es usted? Preguntó el presidente
-Del mismo que usted, señor y le tendió la mano-: Mi nombre es Homero Rey.
-¿Ya almorzó? – le pregunto a Homero.
 -Lo  invito  a almorzar, lo tomo del brazo y lo condujo hasta el  restaurante del frente, donde comieron costillas de buey, que también tenía prohibido comer.
Homero Rey le muestra una foto donde estaba acompañado por él cuando era  presidente, hace muchísimos años.

Homero le invitó a cenar a su casa pero su propósito no era tan inocente pues como chofer de ambulancia tenía arreglos con funerarias y compañías de seguros para vender  servicios dentro del mismo hospital, y con su mujer Lázara Davis se  habían hecho ilusiones  aunque no sabían que le iban a pedir, ni con qué derecho, o venderle el funeral completo.

La primera de ambos sorpresa fue que  el desterrado ilustre viviera en un hotel de cuarta categoría en un barrio triste entre emigrantes asiáticos y mariposas de la noche y que comiera solo en fondas de pobres, cuando Ginebra estaba llena de residencias  dignas para políticos en desgracia.
Homero lo había visto repetir día tras día los mismos actos  de aquel día, hacer fila como lo hacían los estudiantes para ver un concierto, lo vio bajo la llovizna sin abrigo y sin  paraguas, lo vio el sábado  comprando un abrigo no en las grandes tiendas sino en el mercado de las pulgas.

Cuando Homero le contó a Lázara, ésta pensaba que se trataba de un avaro, - nunca le sacaremos nada exclamó.
- A lo mejor  es pobre de verdad - dijo  Homero después de tantos años sin empleo.
-Todo el mundo sabe que se alzó  con el oro del gobierno y que es el exiliado más rico de Martinica – dijo Lázara.

Para recibirle el día de la cena arregló su casa con todo prestado y cambio las cosas de lugar hasta que logró lo contrario de lo que más les hubiera convenido, que era conmover al invitado.

El jueves, el presidente apareció en la puerta, ella se impresiono con hermosura viril, le pareció falso y rapaz, duro de corazón por no saludar a su hija Bárbara y a su hijo Lázaro.

Después de esta cena Lázara quedo odiándolo más que nunca.

Una semana después de la cena el presidente pidió a Homero que le ayudara a vender sus joyas porque no tenía dinero para los gastos del hospital, Lázara salió a vender las joyas y el dinero se le entrego al presidente incluidos  los lentes de oro y un reloj que no fueron vendidos.
El presidente fue operado durante cinco horas,  a los cuatro meses le dieron de alta, Homero era el administrador meticuloso del dinero del Presidente, pago la cuenta del hospital y lo llevó en su ambulancia a su casa.

Homero confesó a Lazara que había obtenido a escondidas un dinero del ahorro de sus hijos para completar la cuenta del hospital, Lázara muy resignada le dijo a Homero pensemos que se trata de nuestro hijo mayor.

 Después de un tiempo el presidente regreso a Martinica, dejando una carta de agradecimiento y dejo también  el anillo de bobas para Bárbara,  junto al reloj de oro para Lázaro.
Después de un año Homero recibió una carta del Presidente donde le contaba que los dolores habían vuelto pero él había decidido vivir la vida, comer carne, tomar café, fumar  e ignorar lo que le dijeran los médicos y que se sentía tentado a  volver a su país para ponerse al frente de un movimiento renovador por una causa justa y una patria digna, aunque sólo  fuera por la gloria mezquina de no morirse de viejo en su cama; Así concluía la carta.


Partes del Cuento

Inicio.- el cuento relata la vida triste y solitaria del presidente.

Nudo.- el Presidente encuentra la amistad en Homero y Lázara quienes le ayudan en el momento más difícil como fue su operación.

Final: el Presidente nunca se recupera de su dolor por lo que decide vivir la vida y piensa  regresar a su País para iniciar un movimiento renovador.

Personajes
Presidente: Hombre de edad avanzada y enfermo,  deprimido  esperaba la muerte.
Homero Rey: Era un hombre de buen corazón que primero quería acercarse al presidente por interés pero luego reflexiona y le ayuda verdaderamente.
Lázara Davis: Era la esposa de Homero, muy agresiva y desconfiada igualmente de buen corazón.

El tema principal del cuento es el amor y la amistad desinteresada por nuestros semejantes, la ayuda, colaboración, comprensión, aceptación del otro con todos sus defectos.

Ideas principales

-El Presidente pensaba que a su edad y con su enfermedad, lo único que le quedaba era la muerte, siendo una persona muy pesimista y poco luchador.
-La familia de Homero Rey solo pensaba en sus necesidades financieras, no en la salud y en  una amistad sincera con el presidente, aunque sabían que éste no tenía a nadie en la ciudad.
-Después de hablar y conocerlo comprobaron  que el presidente no tenía dinero, no tenía a nadie solo  a ellos, lo que motivo  en ellos procurarle ayuda financiera,  un hogar, una amistad sincera y verdadera. 

Juicios de Valor

Este cuento me gusto, me hace reflexionar sobre lo egoístas que solemos ser y lo poco caritativos que somos, casi nunca miramos a nuestro alrededor, solo prestamos interés a lo que nos conviene.

-El amor y la amistad prevalecen ante nuestras propias necesidades.
-No debemos juzgar a nadie sin  antes conocerlo.
-Debemos vivir la vida como si fuera el último momento.

-Después de ayudar a una persona solo queda tranquilidad en el corazón  y buenos recuerdos.


GABRIEL GARCIA MARQUEZ
Doce Cuentos Peregrinos
Grupo Editorial  Norma
Santafé de Bogotá
1992.
























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